Hoy nos reunimos con sentimientos encontrados para despedir al querido profesor Rolando Duque, quien, tras una trayectoria ejemplar, se acoge a su merecido retiro luego de años de entrega, vocación y compromiso en nuestra institución, el Colegio San Francisco de Asís.
Durante su tiempo con nosotros, el profesor Duque no solo impartió conocimientos, sino que sembró valores, inspiró generaciones y dejó una huella imborrable en cada rincón del colegio. Su pasión por la enseñanza, su paciencia infinita y su sabiduría fueron faros que guiaron tanto a estudiantes como a colegas. Más que un docente, un mentor y amigo
Rolando fue mucho más que un educador: fue un compañero leal, un consejero prudente y un ejemplo de integridad. Su presencia en la sala de profesores siempre estuvo marcada por la serenidad, el respeto y una sonrisa que nunca faltó, incluso en los días más difíciles.
Hoy celebramos su legado, agradecemos profundamente su dedicación y le deseamos una nueva etapa llena de paz, salud y nuevas aventuras. Aunque su ausencia se sentirá, su influencia perdurará en cada aula, en cada historia compartida y en cada estudiante que alguna vez tuvo el privilegio de aprender bajo su guía.
Gracias, Rolando, por enseñarnos que educar es un acto de amor. Con cariño y admiración, Tus colegas del Colegio San Francisco de Asís.