En el marco de la Ley 21.545 sobre inclusión educativa, se realiza una inducción dirigida a asistentes de la educación con el objetivo de fortalecer sus competencias en el acompañamiento emocional y conductual de estudiantes, particularmente aquellos con neurodivergencias. Este proceso formativo contempla dos herramientas fundamentales: el Protocolo de Desregulación Emocional y Conductual (DEC), que orienta la respuesta ante situaciones de crisis emocional en tres etapas de intervención (inicial, intermedia y avanzada), priorizando la prevención, el respeto por la dignidad del estudiante y el uso de estrategias adaptativas; y el Plan de Acompañamiento Emocional y Conductual (PAEC), que propone apoyos específicos, individualizados y anuales, basados en la corregulación, la validación emocional y la adecuación del entorno escolar. Ambos instrumentos promueven comunidades educativas seguras, inclusivas y emocionalmente sostenibles, posicionando al asistente como un actor clave en la contención y el desarrollo socioemocional del estudiante.
